Somos una brisa ligera
que la mueve el viento
para dondequiera
somos un grano de arena, en el gran desierto,
O tal vez una gota de agua en el mar
somos una nota alegre en medio de una canción
una lagrima que corre tras una desilusión
somos aves de la tierra emigrando hacia el sol
y en el mundo prueba de que existe Dios
Somos objeto del amor predilecto
de Dios que nos ama en cuerpo y en alma
Somos retoño de una rama fecunda que nunca se seca
aun que falte la lluvia
Somos en la oscuridad la luz, y en la miseria, la plenitud
Y para aquel que ha caído la mano de amigo
Que puede llevarlo de nuevo hacia Dios
Somos palabras de vida, y para el hambriento somos la comida
Somos el pueblo de Cristo, que habita en la tierra,
somos la esperanza de la humanidad
Y somos un vaso de agua para aquel que tiene sed
Ropa para el pordiosero cubriendo su desnudez
en los años del anciano compañía y comprensión
la visita de quien vive en la prisión.
Somos objeto…
En el silencio somos canción, ya ante la muerte; resurrección
y para el que no ha nacido somos el testigo
que para que grite le presta su voz.
Somos
jueves, 10 de julio de 2008
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